Milei intensifica la disciplina interna y calcula cada movimiento como una fortaleza: ruptura con Villarruel y tensiones extremas con opositores y aliados

Javier Milei sigue buscando consolidar su poder, aplicando un enfoque estratégico que refuerza su imagen de fortaleza, mientras profundiza la división interna y tensa al máximo su relación con los opositores y aliados.

InfoMas Política 27/11/2024Info+MasInfo+Mas
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Milei intensifica la disciplina interna y calcula cada movimiento como una fortaleza: ruptura con Villarruel y tensiones extremas con opositores y aliados

Javier Milei sigue buscando consolidar su poder, aplicando un enfoque estratégico que refuerza su imagen de fortaleza, mientras profundiza la división interna y tensa al máximo su relación con los opositores y aliados.

La reciente ruptura con la vicepresidenta Victoria Villarruel refleja el creciente distanciamiento en el Gobierno, mientras que el enfrentamiento por el Presupuesto 2025 complica aún más la relación con los aliados, llevando la política argentina a un punto de inflexión.

Tras su participación en el G-20 y reuniones clave con líderes internacionales, el presidente se volcó de lleno a la política local, marcando un quiebre evidente con su vicepresidenta. Al desvincular a Villarruel de las decisiones clave y situarla dentro de su narrativa como parte de la "casta política", Milei no solo desafía la autoridad de su vice, sino que también pone en riesgo la estabilidad del acuerdo interno que permitió al oficialismo avanzar en el Senado.

Este giro hacia la confrontación interna no es aislado, sino parte de una estrategia mayor para fortalecer su liderazgo dentro del Gobierno, al mismo tiempo que se enfrenta a una creciente resistencia por parte de los bloques opositores y los gobernadores, quienes exigen cambios en las políticas económicas y sociales. Las tensiones por el Presupuesto 2025, junto con la amenaza de medidas más drásticas como la postergación de sesiones extraordinarias, demuestran el pulso político que Milei está dispuesto a llevar al límite.

En este contexto, la falta de consenso dentro del oficialismo y con sus aliados más cercanos podría desencadenar un ciclo de confrontación que no solo pondría a prueba la solidez de su Gobierno, sino que también podría generar incertidumbre en el largo plazo, debilitando las bases de su proyecto presidencial.

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