Alarma en Mendoza: la cocaína fumada se convierte en una nueva amenaza social

Especialistas alertan sobre el aumento de intoxicaciones y el impacto devastador de esta droga en los sectores más vulnerables.

InfoMas sociedad 28/11/2024Info+MasInfo+Mas
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Alarma en Mendoza: la cocaína fumada se convierte en una nueva amenaza social

Especialistas alertan sobre el aumento de intoxicaciones y el impacto devastador de esta droga en los sectores más vulnerables.

La preocupación por el consumo de cocaína fumada ha crecido en Mendoza, donde los servicios de emergencia están registrando un aumento alarmante de casos de intoxicación. Manuel Vilapriño, director de Salud Mental, expresó su inquietud ante esta nueva tendencia de consumo que está afectando especialmente a los sectores más empobrecidos de la población. “Estamos trabajando rápidamente en el abordaje de esta situación para prevenir daños a la comunidad”, afirmó.

La cocaína fumada, que incluye sustancias como el paco y el crack, se obtiene como residuo del proceso de extracción y purificación de la cocaína. Estas sustancias son baratas, altamente adictivas y se mezclan con otros productos para su comercialización. “Su popularidad ha crecido durante la pandemia y se ha consolidado por la crisis económica que vive el país”, indicó Vilapriño, quien destacó que esta situación no es común en las guardias, pero los datos sugieren un cambio preocupante en los patrones de consumo.

Los llamados “piperos” o “luciérnagas” son quienes consumen estas drogas en las zonas más humildes, utilizando encendedores en la oscuridad de la noche. Este fenómeno refleja no solo una crisis de salud pública, sino también una profunda crisis social que afecta a las comunidades más vulnerables. “Los usuarios están buscando en la cocaína fumada una mayor intensidad en el efecto, lo que agrava su situación”, explicó el director de Salud Mental.

El deterioro clínico que presentan los usuarios de cocaína fumada es más rápido y severo que el de aquellos que consumen la droga de manera esnifada. “Estamos viendo un deterioro cognitivo y un comportamiento antisocial que se manifiesta en impulsividad y agresividad”, advirtió Vilapriño. Esta situación ha llevado a los profesionales de los Centros Preventivos y Asistenciales en Adicciones (CPAA) a expresar su creciente preocupación sobre el cambio en la vía de administración de la cocaína.

La temática ha tomado relevancia en la agenda de la problemática de las adicciones, como quedó evidenciado en la reciente Reunión Regional del Consejo Federal de Drogas en Mendoza. Con la mala calidad de la cocaína fumada y la combinación de productos utilizados, las consecuencias para la salud mental y física de los usuarios son aún más severas.

“Hoy estamos en una etapa incipiente, pero es vital que se visibilice este problema lo más pronto posible para su abordaje social”, enfatizó Vilapriño. La comunidad y las autoridades deben unirse para enfrentar esta nueva amenaza, que no solo compromete la salud de los individuos, sino que también socava el tejido social de Mendoza. En un momento en que la crisis económica y social se acentúa, la prevención y el tratamiento de estas adicciones deben convertirse en una prioridad para garantizar un futuro más saludable y equitativo para todos.

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