Un dolor desgarrador en Junín: la abuela de Santiago clama justicia tras la tragedia

Un dolor desgarrador en Junín: la abuela de Santiago clama justicia tras la tragedia

Silvia González, entre lágrimas, asegura que el disparo que apagó la vida de su nieto fue un acto intencional y no un accidente.

La comunidad de Junín se encuentra sumida en un profundo pesar tras la trágica muerte de Santiago González, un adolescente de tan solo 15 años, quien perdió la vida a causa de un disparo. La conmoción ha sido tan intensa que ha sacudido los cimientos del departamento, llevándolo a cuestionar la seguridad en los hogares y el acceso a armas. En el centro de esta tragedia se encuentra Silvia González, la abuela del menor, quien, con el corazón roto, ha compartido su desgarrador testimonio sobre lo ocurrido.

En una emotiva entrevista con Estación Zafiro, Silvia desmintió la versión inicial de los hechos, que hablaba de un accidente. "No fue un accidente. El chico sacó el arma de la caja fuerte de sus padres, porque sabía la combinación. Luego, le apuntó a mi nieto y disparó directamente al pecho", relató entre lágrimas. Con cada palabra, la tristeza y la rabia se entrelazan en su voz, al recordar cómo su querido Santiago, un joven lleno de sueños y promesas, fue arrebatado de su vida de manera tan brutal.

La abuela también reveló un detalle desgarrador: en el momento del disparo, el hermano menor de Santiago, de solo 13 años, estaba presente. "Mi nieto menor le suplicó que no lo hiciera, que no sacara el arma, pero el chico lo ignoró y disparó. No hay duda: fue un acto intencional", insistió Silvia, quien critica la irresponsabilidad de los padres del adolescente que disparó. "No entiendo cómo se puede tener un arma en casa sin el debido control, especialmente con niños alrededor", afirmó con una mezcla de tristeza y frustración.

El impacto de esta tragedia ha llegado a cada rincón de la comunidad. Silvia enfatiza la necesidad de verdad en medio de los rumores que han circulado. "Mi nieto no estaba manipulando el arma, ni estaba en una pelea. Solo estaba allí, inocente, y eso es lo que quiero que se sepa", dijo con fervor, buscando que la memoria de Santiago sea honrada y no distorsionada.

En medio de su dolor, la abuela también ha tenido que lidiar con la angustia de esperar para poder despedirse de su nieto. "Estamos a la espera de que nos llamen para entregar el cuerpo. Cada minuto se siente como una eternidad", confesó, mientras el llanto ahogaba su voz.

Mientras la justicia avanza en la investigación y Darío Rosas, padre del adolescente que disparó, permanece detenido, la comunidad de Junín se une en un clamor por justicia. Este trágico suceso no solo ha dejado una herida profunda en una familia, sino que ha encendido un debate urgente sobre la tenencia responsable de armas en los hogares, especialmente cuando hay menores involucrados. La historia de Santiago, un niño que solo quería disfrutar de la vida, se convierte en un llamado a la reflexión y la acción en un mundo que a veces parece olvidar la fragilidad de la existencia.

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